Hay una nueva revolución en la impresión, y no es una evolución en el papel, ni tampoco en la tinta. Es que las impresoras ahora pueden construir objetos. La revolución de las impresoras 3D esta aquí y nos van a llevar hacia aspectos que ni se nos cruzan por la cabeza. Desde usos en aspectos simples como una impresora 3D para hacer juguetes a medida como poder imprimir medicamentos.
En nuestro último encuentro en la radio hablamos sobre las impresoras 3D, e intentamos contar a la audiencia como estos dispositivos van a transformar la vida de muchos.
Empecemos entendiendo que una impresora 3D es un dispositivo especialmente creado a tal fin, y no es que podemos agregar algo a la impresora que tenemos en la oficina o en nuestro escritorio, sino que son construidas a tal fin, y es más tienen distintos tipos de formato dependiendo de los objetos que queremos construir.
Hay 2 tipos de métodos de impresión, que se denominan de compactación o adición. Las de compactación por ejemplo, compactan una masa de polvo con tinta o láser para crear un objeto u otras utilizan luz ultravioleta para solidificar resina líquida. Las de adición van realizando capas sucesivas usando filamento de plástico fundido en dos variantes ABS y PLA, un plástico ecológico derivado del azúcar.
Para comenzar el proceso de utilización de una impresora 3D, se debe diseñar el objeto que por supuesto tiene que tener 3 dimensiones. Por ejemplo utilizando programas como Autocad o Solidworks se hace el diseño y luego se exporta y se le dan para que la impresora pueda determinar la velocidad de impresión, capas, etc.
Los tiempos de la impresión son importantes y por supuesto depende del objeto a imprimir y de la impresora que se esta utilizando. Veamos algunos de los casos en donde se esta utilizando actualmente.
Por último, lo más apasionante y a su vez complejo de razonar es el uso en…
Cuando un paciente necesita la reconstrucción de alguna parte del cuerpo, como por ejemplo reconstruir algún hueso. En China hicieron una vertebra en 3D creada con titanio y la pusieron en el cuerpo con muy buen resultado.
La farmacéutica “Aprecia” de Estados Unidos, hizo la primer pastilla con una Impresora 3D llamada “Spritan“. Ahora se podrá ajustar la dosis dependiendo del paciente.
Actualmente se están haciendo pruebas utilizando “células vivas” como materiales para imprimir, y con esto poder “crear” órganos.
Fue conocida la historia de Felipe Miranda, un chico de 11 años de Tres Algarrobos (Cuenca), que había nacido con la mano izquierda sin dedos a causa de un mal genético, y se le hizo una prótesis para la mano en una impresora 3D que costo aproximadamente AR$2,000 comparada con las prótesis que rondan los US$40,000.